DESPERTARES
Presiento mi muerte, todos los dias. Y nunca llega. La veo venir inexorablemente. Segura que es la mia, no la muerte colectiva, la muerte que acompaña a la gente que camina por las calles, con las que platico, con las que me saludo a menudo o de vez en cuan.do. No, es la mia, en mi tiempo presente y singular. Mas parece una paradoja, pues despierto cuando me duermo, y me muero cuando despierto. Y en ese despertar, la sigo presintiendo. Con una seguridad, como cuando se tiene hambre. Me olvido de ella por ratos, y esro viene dandose desde mis doce años. La principié a sentir casi como una compañia ajena. Ahora es amigable. Pero no deja de ser solamente un presentimiento. Cuando duermo, toda relidad que se da, es intensa y vivida. Y cuando despierto, estoy abrumado como soñando. Como sueñan las personas, digo, comunes. Me cuentan que sueñan cosas disparatadas, cosas de su infancia. Mi sueño en ese estado es que veo, y al decir veo. Veo lo estupido como estupido. Lo ilusorio como ilu...