ALGUNAS COSAS SOBRE LA MUERTE

COMO UN PROCESO DE TRANSICIÓN 

1. Lo primero que sucede es Dicha
Tan pronto como mueras, eres succionado de tu cuerpo a una Cámara de Sanación.

Las luces en esa Cámara borran todo el daño que sufriste durante toda su vida, física, mental y emocional. Entonces, en menos de un nanosegundo, todo tu dolor se fue.
 

2. Todavía te sientes como tú
A pesar de que ya no tienes tu cuerpo, todavía te sientes como un individuo.

En realidad, te sientes más como  que cuando vivías. Hay tanta influencia de otros mientras estás en la tierra que de alguna manera no llegas a ser tú. 

 
3. La luz tiene una personalidad
En el más allá, los rayos de luz tienen cualidades como sabiduría, bondad, compasión e inteligencia.

Esta luz hace visible lo que es invisible en la tierra, la naturaleza Divina de todas las cosas.


4. El pecado y el castigo son conceptos humanos
Hay un montón de tonterías en la tierra sobre lo que podría estar esperándote después de tu muerte. Cometer errores mientras estás vivo es parte del trato de la tierra.

Si tuviéramos que ser perfectos para llegar al así llamado Cielo, nadie llegaría allí. 

 
5. Tu vida en la tierra no es un castigo tampoco
Claro, hay dolor en la vida, pero no porque hayas hecho algo para merecerlo.

El dolor es parte de la experiencia humana, tan natural como el aliento, la vista o la sangre que se mueve por tus venas. 

 
6. Después de morir, en lugar del 'Día del Juicio', no hay Día del Juicio
Cuando revisas tu vida, ves los caminos que tomaste y los que no.

Ves dónde estuvo tu genio y dónde pudiste haberlo hecho mejor, pero no te sientes crítico al respecto. Y aunque tal vez no tenga sentido para ti ahora, después de que mueras, entiendes que tuviste una vida excelente, incluso las partes difíciles. 


7. Eres feliz de verte como a ti mismo
No te preocupa la forma en que te ves. No hay pretensiones o esfuerzos para aparecer de ninguna manera.

Simplemente estás radiante, lo cual es sin esfuerzo.
 

8. El amor no es lo mismo que el amor de la tierra
No te quieren por lo que haces, por cómo te ves, lo famoso que eres o cuánto dinero ganas.

No es que ayer te amé, pero hoy ya no lo hago más. 

El amor es verdaderamente incondicional. Lo más controvertido de todo es que en la otra vida hay una compasión perfecta y no importa cómo viviste, eres amado.
 por Annie Kagan
Junio-Julio 2014
del Sitio Web OmTimes
traducción de Adela Kaufmann



Entradas populares de este blog

NO ME ACOSTUMBRO A ESTE MUNDO DE VALORES EN REBAJA

LOS DEMONIOS DEL HOMBRE