SER COMO EL BAMBÚ
Tiempo, Fortaleza y
Flexibilidad
Ser
como el bambú
implica trabajar nuestro yo interno,
invertir en resiliencia y no tener miedo
a "doblarnos" de vez en cuando:
al final volveremos a nuestra posición
con mayor fuerza.
Ser como el bambú implica acercarnos a una
sabiduría milenaria inscrita en la propia naturaleza.
Es comprender que el cuidado interno requiere
tiempo y paciencia, y no importa lo fuerte que nos golpee el viento o la
tormenta, porque hemos aprendido a ser flexibles y ante todo, resistentes.
Es probable que en todo el reino vegetal no haya
planta más llamativa y llena de misticismo que el bambú. Hay cerca de 1500
especies, y algunas de ellas pueden alcanzar los 40 metros de altura.
Existe una variedad cuyas flores germinan una
vez cada 120 años. Aún más, se sabe incluso que el bambú libera un alto nivel
de oxígeno a la atmósfera y absorbe a su vez más dióxido de carbono que muchas
otras plantas.
Su crecimiento, resistencia y su poder
beneficioso para el planeta, han hecho de esta planta toda una referencia de
inspiración para múltiples prácticas filosóficas, espirituales y también
psicológicas.
Dicen del bambú que en él habita un código
secreto, una fórmula singular que la naturaleza le regaló para hacer de él una
especie tan bella como resistente.
En China, por ejemplo, esta planta forma parte
de lo que se conoce como Los Cuatro Nobles.
Representan a las especies más especiales y
simbólicas de esta cultura, esas conformadas por el ciruelo, la orquídea, el
bambú y el crisantemo. Cada una de ellas representa a su vez una estación, ahí
donde el bambú vendría a contener la fuerza, la lozanía y hermosura del verano.
El bambú contiene en sus semillas el poder del
triunfo y el poder. Cuando logra tocar el cielo, no importa si la desgracia cae
sobre él y alguien lo corta.
Él volverá a crecer para acariciar nuevamente la
cumbre.
Ser como el bambú, la clave de la
felicidad
La naturaleza es muy a menudo nuestra mejor
inspiración.
Si los egipcios erigieron gran parte de su
cosmogonía observando los astros, sus movimientos, cambios y misterios, tal vez
sea momento de llevar nuestra mirada a la propia naturaleza para acercarnos al
sentido auténtico de la felicidad.
Ser como el bambú implica tomar ejemplo de sus
características.
Las mismas que pueden ayudarnos a desarrollar
dos dimensiones esenciales para sobrellevar con éxito cualquier dificultad:
la resistencia y la flexibilidad.
Veamos no obstante en detalle, todas esas
virtudes excepcionales de esta maravilla de la naturaleza.
LLEGAR ALTO, UN DERECHO DE TODOS
A menudo suele decirse aquello de 'los límites los
marcamos nosotros mismos'.
Bien, queda claro que en ocasiones no siempre es
posible sortear ciertas dimensiones o alcanzar determinados objetivos. Nuestra
sociedad tiene barreras y tiene filtros, condicionantes que a menudo limitan
alguno de nuestro sueños.
Ser como el bambú significa también recordar que
tenemos derecho a crecer alto. Pueden existir enemigos alrededor,
acontecimientos que bloqueen ese acenso personal.
Sin embargo, si hay algo que no debemos perder
de vista es la inmensidad del cielo y su abanico de posibilidades, además del
propio potencial para seguir creciendo cada día.
FLEXIBLE Y RESISTENTE ANTE TODA
ADVERSIDAD
El bambú puede estar en grupo o en solitario.
Puede crecer en diferentes regiones del planeta,
alcanzar 20 o 40 metros de altura, conformar densísimos bosques o alzarse a
modo de columna con un diámetro en su tronco cercano a un metro.
Sea como sea su crecimiento o disposición, hay
algo que nunca cambia:
su resistencia y flexibilidad.
Se sabe incluso que han soportado terremotos de
grandes magnitudes.
Es más, tampoco importa que se corten sus
tallos, porque ser como el bambú implica regenerarse, curarse y crecer de nuevo
con una fortaleza superior e imparable.
Esos 7 años de crecimiento bajo tierra
extendiendo raíces y asegurando con firmeza su cuerpo, hacen posible el milagro
de esta planta excepcional.
Ser como el bambú,
significa tener una actitud resiliente ante la
vida
implica aceptar que en ocasiones, la adversidad
puede doblegarnos
Sin embargo, cuando nuestra actitud es fuerte,
volveremos sin duda a nuestra posición original, con mayor brío, con mayor
hermosura y admirable entereza...
por Valeria Sabater06 Octubre 2018
del Sitio Web LaMenteEsMaravillosa
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