AUTENTICO
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A partir de ahora debes ejercitarte en decirle a cualquier cosa desagradable: «Eres sólo una apariencia y en modo alguno lo que aparentas ser». Entonces considera concienzudamente el asunto en cuestión de acuerdo con los principios que acabamos de mencionar. En primer lugar, ¿atañe esta apariencia a las cosas que están bajo mi control o a las que no? Si atañe a cualquier cosa que esté fuera de tu control, aprende a no preocuparte por ella. El deseo reclama ser satisfecho Nuestros deseos y aversiones son soberanos veleidosos que reclaman satisfacción. El deseo nos ordena correr y coger lo que queremos. La aversión insiste en que evitemos las cosas que nos repelen. Es bastante común que nos decepcionemos cuando no conseguimos lo que queremos y que nos aflijamos cuando logramos lo que no queremos. En cambio, si evitas sólo las cosas indeseables que son contrarias a tu bienestar natural y que están bajo tu control, nunca te verás envuelto ...