EL ATRACON DE GOYO, EL RECIBIMIENTO
EL DOCTOR LLEGA AL PUEBLO
EL
ATRACON DE GOYO, EL RECIBIMIENTO
Como
era de entender, el recibimiento de Gregorio Leal fue todo un evento.
-Cómo
crees mijo- insistía doña Amelia- que no le vamos a celebrar tanto esfuerzo a Goyito.
-Lo
estas matando a lujos – respondía don Gregorio papa- ese nació para bolo, no
para curar a nadie. Pero vos me decís que vas a costear la fiesta, pues yo pongo
algo a ver como salimos- era la consabida respuesta del don.
Ese día hubo fiesta su casa familiar, la cual
fue una cena familiar, y amigos cercanos y algunos familiares lejanos, que
motivados por el asombro del triunfo de Gregorio y por el menú que se corría de
boca en boca seria fenomenal, hicieron viaje hasta para el acto de graduación.
El Salón de Actos de la Facultad de Medicina, Antiguo Paraninfo entre 12 y 13
calles, se medio llenó. Pues no fueron muchos los parientes puntuales. Más bien
fue a la salida que empezaron a llegar los más atrasados de los invitados.
La cena se inició un poco tarde por algunos
problemas de la casa a donde pidieron la comida. Pero eso dio pie para algunos
traguitos, de tal manera que al llegar la cena, ya muchos estaban muy entonados
y formando grupitos que retardaron el pasarse a servir sus platillos.
Fue a eso de las dos de la mañana que
Gregorio y unos muy íntimos cuates, se decidieron que el fiestón debería
continuar, pero acompañados por algunas damas. Bueno, no muy damas, pero que
con anterioridad ya habían platicado, y que se reunirían en la casa del tío de
Raquel, una compañera de promoción, de gustos muy variados en cuanto a la
compañía personal. Sus gustos variaban entre ellas y ellos. Pero de carácter
amplio, ofreció la casa que hacía varios meses estaba en alquiler, y pues
convencida por Raquelita, accedió.
2:00
a. m.
Los carros arrancaron con sonoro rechinar de
llantas y gritos de vivas y Goyo, Goyo Goyo.
En
fin, el día siguiente fue tremendo, pues al fiestón de la casa de la tía de
Raquel, ya por la madrugada, llegaron unos “amigos” de las damas contratadas
para la celebración, y, arma en mano, pidieron dinero, celulares, joyas,
billeteras, llaves de vehículos y demás. El atraco los tomo de sorpresa y ya
bastante pasados de copas.
Fue
memorable. Tan memorable que desde ese día se le recordó como el día del
Atracón de Goyo. Lamentablemente, antes el susto, no faltaron los valientes que
quisieron defenderse, con resultados violentos y graves. Así que muchos fueron
atendidos en hospitales públicos y privados. Ya se pueden imaginar. El exceso
de alcohol y la falta de cordura y algo de coraje, dio como resultado heridos
de golpes, más ningún herido de bala. Salve decir que en medio del atraco y
pleito, las damas desaparecieron como por arte de magia.
Miércoles 9/1/2020