LOS TRES FUNDAMENTOS DE LA FILOSOFÍA DEL BUDA
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La gran
innovación de Gautama Buda, y por la cual se destaca entre diversos maestros
espirituales, es que dejó un sistema filosófico práctico para que cualquier
individuo pudiera alcanzar el estado de iluminación que define a un buda. De
Buda la tradición no sólo mantiene preceptos éticos y metafísicos, sino también
técnicas y normas precisas destinadas a que una persona pueda erradicar el
sufrimiento (la primera noble verdad) y alcanzar el estado de paz suprema, más
allá de la muerte y la rueda de la existencia.
Si bien
el budismo es vasto y diverso, con numerosas escuelas que han entendido y
continuado las enseñanzas según sus propias inclinaciones, permanece siempre la
constante del óctuple sendero u óctuple noble camino. Estos son los ocho
principios o cualidades que llevan al cese del sufrimiento. Los ocho aspectos
trazados por Buda son los siguientes (generalmente se disponen en el orden
inverso, pero aquí preferí invertir el orden para mostrar una progresión ascendente que va de la moral a la
sabiduría):
1. Hablar
correcto
2. Actuar
correcto
3. Medio
de vida correcto
4.
Esfuerzo correcto
5.
Atención o presencia correcta
6.
Meditación correcta
7.
Resolución correcta
8.
Perspectiva correcta
Para
realmente entender y dimensionar estos ocho principios, debemos de dividir los
primeros tres como aspectos de "shila", la moral; los segundos tres
dentro de "samadhi" (concentración de la mente) y los últimos dos
dentro de "prajna" (sabiduría). Así el hablar, el actuar y el tener
un modo de subsistencia correcto son aspectos de la moral que permiten vivir
bajo las leyes del universo, en sintonía con el Dharma y por lo tanto forman la
estructura necesaria para poder dedicarse al dominio de la mente y finalmente
alcanzar la sabiduría, que es la visión clara de la realidad y la experiencia
misma de esta realidad. No existe ciertamente una linealidad únicamente entre
estos aspectos del noble sendero, son complementarios y se apoyan simultáneamente,
pero algunos maestros consideran que el practicante debe iniciarse por un
compromiso ético, ya que a partir de esto se puede construir todo lo demás. El
budismo se basa en la noción de que los actos y pensamientos pecaminosos o que
se desvían de la ley de la naturaleza tienen inherentemente consecuencias, por
lo que si lo que buscamos es erradicar el sufrimiento, una práctica de samadhi
sin una base ética no nos llevará a ningún lugar. Igualmente, sólo puede
alcanzar la sabiduría quien vive conforme al dharma, esto es, la ley de la
naturaleza y busca sinceramente el bien y la verdad. No es sabio quien conoce
las escrituras sino quien las vive todos los días.
Estos
tres factores en los que se divide en óctuple sendero: la moral, la
concentración (o el dominio) de la mente y la sabiduría pueden ser tomadas como
las bases y principios de toda filosofía espiritual, hoy y hace 2,500 años y
miles de años en el futuro. Buda, a diferencia de otros maestros, enseñó que la
concentración era fundamental para alcanzar la sabiduría (e incluso también
para mantener la moral), ya que de otra forma la naturaleza destructiva e
incontrolable de la mente acabaría con nuestras nobles intenciones. Esto no se
quedó en una recomendación abstracta, sino que se desdobló en diversasy puntuales
técnicas para amaestra la mente --el llamado "elefante salvaje". De
aquí la importancia que tiene la meditación en las diferentes escuelas
budistas. La sabiduría, por supuesto, es la culminación de la práctica de la
concentración y la conducta ética, una sabiduría viviente desde la cual el
individuo alcanza identidad con la realidad, con todo aquello que es, y logra
eliminar las impurezas de su percepción. La suma de estos tres factores
ejemplifica la perfección del sistema de Buda.
Alejandro Martinez Gallardo / 2016-04-13